La IA y el noble oficio de informar

De La Espriella Lawyers - Soluciones Jurídicas Integrales
Los límites éticos y morales sobre el uso de la Inteligencia Artificial (IA) los irá dando la práctica.

En el debate sobre el uso de herramientas tecnológicas y el ejercicio de ciertas profesiones, siempre ha estado presente el miedo a que sean las máquinas las que reemplacen a las personas.

Los límites éticos y morales sobre el uso de la Inteligencia Artificial (IA) los irá dando la práctica, y por ahora, afortunadamente, las máquinas no pueden reemplazar muchos aspectos en la regulación de situaciones sociales, la definición o sanción de ciertas conductas, y el elemento humano o empático necesario en ciertas actuaciones.

En donde más ha llamado la atención el uso de la IA es en la comunicación social, aunque se dice que está transformando el periodismo, más no reemplazándolo, les vendría bien revisar lo que está aconteciendo en materia de campañas y elecciones en el Siglo XXI.

Si bien son los humanos los que diseñan, programan y utilizan estas herramientas, lo que está aconteciendo en los Estados Unidos (EE. UU.), da muestra de que los candidatos (de parte y parte) prefieren las redes sociales y herramientas de IA para hacer pronunciamientos, dar entrevistas, o comunicarse.

No sabemos si es otro síntoma del delicado momento que atraviesan las democracias liberales por el abuso en los derechos y la confusión de ganar elecciones con una verdadera democracia, o si más bien los gobernantes y políticos se sienten más cómodos con el uso de estas herramientas al controlar el contenido (incluso falso).

Basta con revisar la estrategia de Trump, o el uso desmedido e irresponsable de redes sociales por parte de Petro, pasando por el bloqueo y censura de Nicolás Maduro a varias de estas.

El uso de estas herramientas por los políticos está poniendo en jaque al periodismo y la opinión; el abuso de éstas para mover votantes y elecciones también se ha convertido en un arma política.

La censura y el bloqueo suelen ser la conclusión, una vez pasadas las elecciones o campañas.

Si el periodismo no es ético y responsable, los políticos y gobernantes lo utilizarán a su favor con jugosos presupuestos publicitarios o con la filtración de contenidos, lo que a la postre también irá en detrimento del oficio, pues cuando los políticos no los necesiten, simplemente prescindirán de ellos.

En EE. UU. se ha vuelto difícil que los candidatos den entrevistas a los medios, y estos prefieren hacer “en vivos” con personas como Elon Musk, prescindiendo de los debates y periodistas. En Colombia el gobierno prefiere comunicar y confundir a través de redes sociales, y casi que el único canal con el presidente es su Twitter (X).

Más allá de si está bien o está mal, debe generarnos una profunda reflexión acerca del estado de opinión, el papel de los medios de comunicación, y como estos, si el poder así lo quiere, empiezan a ser irrelevantes o simplemente “ninguneados”. 

Andrés Barreto González
Director General De la Espriella Lawyers

Fuente: Portafolio

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